Parafraseando a Publio Terencio Africano diré que: Soy hombre y por lo tanto nada de lo humano y de todo ser viviente que viva en la tierra y en el universo me es indiferente y ajeno a mi vida.
Como dijo Anaxágoras: Todo tiene que ver con todo.








lunes, 7 de marzo de 2016

LOS VIENTOS SOPLAN SALITROSOS

Hace unos días me conmovía la foto de un hombre, que resultó ser un alemán que
estaba momificado y apegado a su radio en el velero que iba hacia la deriva al
compás de las olas y vientos en la zona de Filipinas.



La noticia decía: “El hallazgo de un marinero alemán momificado dentro de su
velero ha causado estupor y ya ha empezado a generar elucubraciones sobre la
causa de su muerte y el cómo ha podido encontrarse el cuerpo totalmente
momificado dentro del barco. Este marinero alemán momificado se llamaba
Manfred Fritz Bajorat y tendría en estos momentos 59 años. Fue encontrado hace
unos días por unos pescadores filipinos frente a las costas de Barobo, una ciudad
en la zona sur de Filipinas. La autopsia concluyó que el alemán Manfred Fritz
Bajorat, que fue encontrado en un barco que navegaba a la deriva en el
Pacífico, sufrió una crisis cardíaca, según anunció la policía el miércoles.”

Ligado por la literatura a las historias de barcos y sus tripulantes traté de
profundizar en algunos hechos de este hombre cuya vida quedó sesgada allí en
medio de las grandes aguas que surcan nuestro planeta.

Pensé en Mar Muerto de Jorge Amado, El viejo y el mar de Ernest Hemingway, El
Navegante de Morris West y tantas otras historias de navegantes que lanzados a
surcar las aguas muchos de ellos no volvieron nunca más a su destino. La canción
inmortalizada por Maná, El muelle de San Blas, justamente nos habla de una
mujer que espera día a día a su amor que zarpó de ese muelle y que todavía no
ha regresado.

La foto en primera instancia me hizo pensar: ¿cuál habrá sido su último
pensamiento? ¿Qué habrá sentido en esos momentos finales de su vida? ¿Qué
historias habrán pasado en esos instantes que aferrado a la radio deseaba
comunicarse con alguien que lo reconociera y lo viniera a salvar?
Luego profundizando la historia de Manfred uno puede ver que hacía años que
navegaba. Cuentan –las narraciones periodísticas- que no le gustaba el frío del
invierno en Alemania y salía a navegar buscando climas cálidos. Durante años su
esposa Claudia fue quién lo acompañó en sus travesías por los diversos mares.
Hace unos años, nos dicen las crónicas, que estaban separados y que ella, había
fallecido en el año 2010.

En el momento de la muerte de su esposa, él escribió esto: "Treinta años que
hemos estado juntos por el mismo camino. Entonces, el poder de los demonios
era más fuerte que la voluntad de vivir. Te has ido. Que tu alma encuentre la paz.
Tu Manfred".

·  Quizás Manfred –sin saberlo o sí- cumplió con aquella frase que Morris West
escribió “El Navegante no tiene más alternativa que seguir navegando hasta
encontrar el lugar donde poder recalar o hasta que el mar se lo devore, porque así
fue dispuesto desde el comienzo de todas las cosas...”
                                                                                                                      S.D.

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