Parafraseando a Publio Terencio Africano diré que: Soy hombre y por lo tanto nada de lo humano y de todo ser viviente que viva en la tierra y en el universo me es indiferente y ajeno a mi vida.
Como dijo Anaxágoras: Todo tiene que ver con todo.








viernes, 10 de diciembre de 2021

Esteban Bullrich y el discurso completo de su renuncia al Senado.

No suelo poner en el blog escritos de otras personas, pero lo escuchado y sentido ayer en el discurso de despedida de un Senador de la Nación que hizo en su persona que sea Honorable su banca, hacen que sus palabras ameriten ser transcriptas en este espacio. Una pieza de la oratoria política que nos debe hacer reflexionar a todos aquellos que sentimos a la Argentina como parte de nuestra existencia, porque somos argentinos. Estudiamos, crecimos, trabajamos y forjamos nuestras vidas y familias aquí, es nuestro territorio y con un gran esfuerzo reinstauramos la democracia que seguiremos consolidando y haciendo poco a poco el edificio de la República como ciudadanos libres y habitantes que sabemos compartir ideas, mesas, experiencias y logros. Aquí les dejo el discurso y lo ilustro con la Bandera Argentina, que ondea de norte a sur y de este a oeste. 


“Desde que entré a la política, hace casi 20 años, siempre intenté ser fiel a mí mismo. No mentirme, hacer lo que sentía justo, aunque no fuera conveniente. Hoy, en este recinto del que me honra ser parte, vengo a hacer algo que va en contra de cada fibra de mi cuerpo. Nada de lo que soy me indica que este es el camino que quiero seguir, pero creo firmemente en la idea de que el interés público siempre, siempre, debe estar por encima de los intereses personales. La realidad me impone esta decisión y la ELA me ha enseñado, fundamentalmente, a aceptar la realidad.

Me siento en este recinto con una profunda humildad, y a la vez un enorme orgullo. Humildad por ser parte de este cuerpo, tanto más grande que todos nosotros, y orgullo porque ser parte del Senado de la Nación es ser parte del debate donde viven nuestra democracia, nuestra libertad y nuestro constante intento de construir un país mejor.

Con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa, quiero anunciar mi renuncia al cargo de Senador por la provincia de Buenos Aires. Ser parte del Senado de la Nación ha sido uno de los honores más grandes, impensados y desafiantes de mi vida política, y de mi vida en general. Acá encontré a un grupo de personas comprometidas con sus provincias y con la patria y pude hacer mi aporte para lograr lo que voy a seguir buscando: un mejor país para mis hijos. Digo esto sin ataduras partidarias y les pido que tomen todas las expresiones que siguen como de quien vienen: un ciudadano.

Renuncio a mi banca con mucha tristeza y mi última actividad legislativa es un proyecto de ley de educación inclusiva que busca igualar oportunidades y que, como todo lo que hecho hasta ahora en mi vida política, intenta dejar de lado egoísmos y vanidades para buscar el consenso. Y este proyecto fue acordado a partir de tres proyectos originales y con el aporte de senadoras y senadores de todos los bloques, que dejando de lado intereses personales y visiones partidarias encontramos el proyecto común. A lo largo de estos veinte años esto me ha pasado infinidad de veces. Créanme que es mucho más lo que nos une que lo que nos divide, solo se requiere vencer prejuicios, hacer silencio y escuchar al otro. Este proyecto no es de nadie, es de todos. Porque en política, las buenas ideas no tienen dueños, tienen beneficiarios. Repito, las buenas ideas no tienen dueños, tienen beneficiarios. Y porque, como dijera Borges: “nadie es la Patria, pero todos lo somos”.

Aunque no me corresponde a mi pedirlo, me gustaría que se recordara de mi paso por este cuerpo la búsqueda constante del consenso a través del diálogo. El diálogo entendido como una conducta activa, de apertura y de generosa curiosidad en la que los participantes se abren a escuchar a la persona que tienen enfrente. Ese es, para mí, el valor más importante y a la vez más escaso de la política argentina: la posibilidad de entender que los adversarios nunca son enemigos y que representan a una porción de los argentinos cuyos valores, intereses y deseos son tan atendibles como los de uno y que se puede dialogar, negociar y acordar sin relegar lo que uno es y lo que uno defiende.

El diálogo no puede ser solamente táctica, convencimiento y competencia. La lógica transaccional en la que negociar es solamente un cálculo contable nos despoja de sentido y nos convierte en meros mercaderes políticos que dejan de mirar el bien común. El diálogo, la búsqueda de la razón entre dos, debe ser un acto de generosidad, de amor y de caridad cristiana, entendiendo que la verdad y la justicia son valores que encontrar, no propiedad de alguna de las dos partes.

Esa falta de diálogo trasciende estas paredes, vivimos en un país enfocado en la grieta y en el debate violento, un país en el que la gente de bien escapa de la política, la desprecia y la condena. Un país en el que la gente se recluye en lo privado, soltando el sueño de ser parte de la construcción de una Argentina mejor. Un país en el que empujamos a la gente a no ejercer lo que es el rol más alto de una democracia: el rol de ciudadano.


Sé que estas palabras pueden parecer las de un soñador. Lo soy. Pero como en aquella canción que nos invitaba a imaginar, sé también que no soy el único. Me voy con la tranquilidad de que acá mismo hay muchos dirigentes que tienen la vocación de construir un mejor país y resolverle los problemas a la gente. Anímense a ejercerla, hagan carne el mandato de la gente, aprovechen que Dios les da la voz y la fuerza para desempeñarlo y tengan el coraje de hacer solamente lo que saben correcto.

Nuestro país clama por consensos. Los números de pobreza, la falta de desarrollo, los jóvenes que se van del país, la catástrofe educativa y la continua y prolongada postergación de nuestros sueños, producida por un estancamiento del que somos culpables los políticos y no los argentinos, nos obligan a gobernar diferente. Todos hemos sido culpables de gobernar con tapones en los oídos, todos, nosotros también. No hay más tiempo para eso.

Nadie tiene más tiempo para que juguemos a no ponernos de acuerdo. Hay que dialogar y escuchar, con el corazón y la mente abiertos, y encontrar puntos de equilibrio a partir de los cuales vayamos asentando las bases del país que queremos ser. Quizás así podamos evitar el desastre. El pasado lunes en la presentación de una propuesta que comience a resolver los problemas de mi provincia decía que encarar estos problemas estructurales es siempre una aventura. Una aventura porque encarar los problemas de frente, con sinceridad y abiertos a lo que sea que te devuelva el espejo, exige audacia. Exige abrirse a implementar lo que sea que surja de esa búsqueda, de ese dialogo, de ese debate. Exige también sentarse en la mesa no pensando qué me voy a llevar cuando me levante, sino qué voy a dejar en la mesa para alcanzar el acuerdo, sobre todo nosotros, los dirigentes políticos. Repito, nosotros especialmente tenemos que pensar qué queremos dejar en esa mesa. Nosotros primero. Nosotros más que nadie.

No hay ningún problema argentino que los argentinos no podamos resolver si nos ponemos a hacerlo. Pero si nos quedamos en el egoísmo, la chiquita, lo táctico y la especulación, vamos a errar el camino. Einstein decía que si querías resultados distintos no hicieras siempre lo mismo. Ya probamos con la grieta y acá estamos, esta Argentina que tenemos es la resultante de nuestra incapacidad de encontrar soluciones comunes a esos problemas.

Errar el camino es imperdonable, no solo porque ya nadie puede esperar, sino también porque miramos la Argentina y vemos un país extraordinario. Vemos entusiasmo, vemos coraje, vemos ganas de sacar adelante un país tan atormentado. Vemos emprendedores, estudiantes y trabajadores que siguen apostando a esta tierra maravillosa que amamos, aunque nos cueste. A toda esa gente tampoco le podemos fallar.

Como verán, abandono los honores, pero no la lucha, que es mi sostén. Seguiré trabajando por un país mejor porque ese es el compromiso que asumí por mis hijos hace 20 años, y es un compromiso para toda la vida. El tiempo que viene lo dividiré entre mi familia, que merece tenerme presente después de tantos años de compartirme con ustedes, y a la lucha contra la ELA. Esta enfermedad que por poco frecuente está poco investigada y poco atendida, y contra la que hay mucho para hacer. Mi fundación, recientemente lanzada, va en ese sentido. Quiero hacer mi aporte, como hicieron mis abuelos en la lucha contra el mal de los rastrojos, para que la ELA sea una enfermedad que se atraviese más aliviadamente y para que empecemos a transitar el camino hacia una cura.

Por último, quiero agradecer a todos los que han sido parte de este camino.

Primero a Dios por esta cruz, Él nunca nos pone pruebas que no podamos superar. Y aunque a veces duela el cincel del escultor sé que sólo si nos dejamos moldear por El llegamos a nuestra mejor versión. Esta cruz me ha permitido recibir infinitas muestras de cariño y amor diariamente. Esta cruz que me ha enseñado que la vida es hoy y el mañana, el mañana es esperanza.

A mi mujer, María Eugenia, con quien hace unos días cumplimos 22 años de casados y sin quien nada de lo que hice hubiera sido posible. María Eugenia es una santa y es a la vez mi conexión con el cielo y mi cable a tierra. A mis hijos, a quienes ver crecer es la felicidad más grande de mi vida y quienes con generosidad y amor toleraron a un padre que trabajaba mucho más de lo que ellos hubieran preferido.

A mi equipo que ha trabajado incansablemente día tras día para cubrir mis debilidades y errores, y, francamente, estos crecieron en los últimos meses. Ningún legislador podría haber deseado un acompañamiento mejor.

A dos senadores que han sido un ejemplo en esto de dialogar sin traicionar la propia esencia. Churchill decía que el coraje era la más importante de las cualidades humanas, porque es la que garantiza todas las demás. Mi amigo el senador Federico Pinedo y el senador Miguel Pichetto han exhibido, para mí, mejor que nadie esa cualidad humana en esta función. Y han sido mis guías en los primeros meses en este Senado.

A mi bloque, como les dije esta semana, les agradezco el afecto, consejo y contención que me han dado especialmente en los últimos meses. Me han ayudado a llegar hasta acá y lamento mucho dejarlos en lo que viene, pero espero poder seguir aportando desde otro lugar a la enorme tarea que tienen por delante.

Al senador José Mayans por su acompañamiento espiritual.

A nuestra secretaria parlamentaria María Luz Alonso, Luchi, que ha estado siempre pendiente de mis nuevas necesidades.

A todos ustedes, gracias por el espacio para decir estas palabras. Me voy honrado por el apoyo y la contención que me dieron todos estos meses. Es muy importante para mí saber que, a pesar de las diferencias y las peleas, vibra en cada uno de ustedes el deseo latente de hacer una Argentina próspera, sostenible, pujante e inclusiva. Hoy doy este paso con tristeza, pero también sabiendo que si no dejan de hablarse y tender puentes; si son honestos con los demás, pero especialmente, con ustedes mismos, van a encontrar el camino del que nos alejó en este tiempo la ceguera y el egoísmo. Será a partir de ahora sin mí, pero sepan que aunque no esté, estaré. Que la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, los ilumine a ustedes y a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.

Muchas gracias y hasta siempre”.

Su respuesta ante la propuesta de seguir en el Senado de forma virtual:

“Agradezco la opción pero he meditado mucho esta decisión que tomé con mi familia y es la mejor. Gracias de nuevo y tomen mi compromiso de trabajar desde otro lado pero con la misma voluntad. No hay hombres imprescindibles, hay actitudes imprescindibles”.

Nota: El senador Esteban Bullrich brindó un emotivo discurso este jueves en la Cámara Alta con motivo de su renuncia a la banca, luego de ser diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad neurológica degenerativa que le genera dificultades tanto para moverse como para hablar. Al inicio de su mensaje, el referente del PRO estalló en llanto y conmocionó a todos los legisladores de todos los partidos.



miércoles, 18 de agosto de 2021

GRAGEAS DE LA VIDA: BAUTISMOS, JUAN PABLO II, ESPIRITUALIDAD y AHIJADOS

Está la puerta abierta,

La vida está esperando
Con su eterno presente,
Con lluvia o bajo el sol.

BAUTISMO

Un solo Señor, una sola fe,

Un solo Bautismo,

Un solo Dios y Padre” –canción religiosa-

Uno de los temas siempre delicados en la vida familiar son los bautismos, en general tratándose de creyentes no por el sacramento en sí sino por los padrinos que cada uno de los padres quiere elegir, además  de las sugerencias, aportes y postulaciones de familiares o amigos.  En nuestro caso el tema del bautismo estaba acordado y la elección de los padrinos no fue  complicado.  Hay que tener en claro la finalidad el sacramento y lo que pueden y deben ofrecer los padrinos a sus ahijados. Los sacerdotes que los bautizaron también fueron elegidos por diversas razones que se relacionan con el momento en que cada uno de nuestros hijos fue bautizado.

Nuestro primer hijo Emmanuel, fue bautizado el día 17 de enero de 1987 por el  padre Alejandro Ferrari Freyre c.p, los padrinos son Fabián Miguel Dalbessio y Dora Ifrán “Tía Beba”, el sacramento fue celebrado en la parroquia María Auxiliadora de Bernal, conocida coloquialmente como Santa Coloma. En sus costas desembarcaron los ingleses en las famosas invasiones.

Nuestra hija María Belén, fue bautizada el 25 de enero de 1988 por el padre Adolfo Bertinelli,  los padrinos son Alejandro Rosas y María de los Ángeles Nagy, también en la parroquia María Auxiliadora.

Nuestro tercer hijo Juan Cruz Salvador, lo bautizó el padre Víctor J. Godino, el día 23 de diciembre de 1989 siendo sus padrinos Marcelo Nagy y Miriam Cazizza en la misma parroquia que los anteriores.

Está la puerta abierta,
Juntemos nuestros sueños
Para vencer al miedo
Que nos empobreció.

La vida es encontrarnos,
Para eso nacemos,
Porque el punto más alto
Es llegar al amor.

 


El tema de la elección de la parroquia fue muy simple, como eran bautismos individuales el Padre Roberto Zardini –un gran cura italiano- nos dejaba que se pudieran bautizar allí.

Habíamos comenzado a frecuentar esa parroquia porque Roberto era un cura de predicación muy cotidiana, el Tano era un hombre de serio compromiso. Durante un tiempo formamos un grupo de lectura, estudio y reflexión de la Palabra de Dios junto a otros matrimonios, fue un tiempo que nos reuníamos en diferentes casas, fue muy provechoso.

Siempre contaba el P. Roberto, que había sido amenazado de muerte y que el P. Obispo Jorge Novak fue a vivir un tiempo con él y le dijo esta frase: “Si te vienen a buscar tu obispo les va abrir la puerta y te va a defender”, demás está decir que nunca se concretó esa situación. Luego paso a ser Párroco de la Catedral y hace pocos años tuvo su Pascua.

Una de la mujeres que estaba en el grupo de Biblia muchos años después por los medios de comunicación nos enteramos que fue una de las atacantes y fallecidas en el intento de copar el Batallón de la Tablada. Berta era esposa y madre, siempre pienso que pasó por su cabeza para tomar tal decisión y quiénes fueron que la llevaron a ese límite de la violencia y la muerte.

Creo que en este caso uno de los responsables de alentar estas actitudes fue el ya fallecido Fray Antonio Puijané –no creo que él sabía de lo que iban a realizar-, pero sus actitudes siempre extremistas quizás no siempre fueron comprendidas y en algunos exacerbo con equivocados razonamientos el tomar las armas como un recurso extremo. El episodio de La Tablada fue realizado durante un gobierno democrático y ha merecido el repudio de aquellos que deseamos construir en paz un país que bastante sangre ha derramado sobre sus tierras.

Recuerdo que el Beato Angelelli le dijo una vez a Antonio “una cosa es morir mártir y otro de boludo” y les hizo levantar su protesta y salir de esa Parroquia allí en La Rioja. Cuando hace un tiempo vi el documental sobre la vida de Puijané vi que hizo un atisbo de pedir perdón, pero se quedó a mitad de camino.

 En los 60 y 70 muchos sacerdotes y religiosos alentaron a los jóvenes a la violencia, a cambiar de esa manera equívoca la sociedad. Fueron imprudentes y desconocedores de la psicología de los jóvenes, quiero creer esta postura y no que lo hayan hecho ex-profeso. Algunos han fallecido sin pedir perdón a la sociedad y a las familias por esa imprudencia dolorosa. Ellos siguieron viviendo en sus parroquias, cobijados por sus obispos y congregaciones mientras padres, abuelos y hermanos lloraron a sus muertos y la sociedad se desangró una vez en forma inútil.

Como los miembros de la Iglesia cómplice pidieron a regañadientes y tardíamente perdón, nos falta está parte de la iglesia que erróneamente asocio el Reino de Dios a la violencia que haga un mea culpa.

La parroquia María Auxiliadora de Bernal se encuentra ubicada en La Paz 158, y fue erigida como tal por monseñor Eduardo Pironio por un decreto del 31 de mayo de 1968. El cardenal Pironio había sido compañero de estudios y amigo de mi suegro Mariano Cruz Rosas. Justamente en estos días estoy leyendo una frases diarias de este gran obispo argentino que Pablo VI se lo llevó al Vaticano cuando su vida estaba amenazada.

Contaba mi suegro que estaban limpiando un candelabro gigante en el Seminario San José de La Plata y no se percató que estaba enchufado, al pasar la corriente no podía despegarse, entonces el estudiante Eduardo Pironio agarró un palo de escoba y cortó el fluido eléctrico entre el enchufe y él salvándole así la vida.

Y no hay amor de uno,
Sólo hay amor de todos,
Y por ese motivo
Estamos hoy aquí.

JUAN PABLO II 

“¡Juan Pablo, Segundo, te quiere todo el mundo!”, frase que resonaba en cada lugar que este Papa peregrino visitaba.

El Papa Juan Pablo II vino dos veces a la Argentina. La primera visita que se llevó a cabo en plena guerra de Malvinas tuvo dos epicentros: una oración en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y una misa al aire libre en el Monumento a los Españoles en Palermo. El tiempo total de su visita fueron de 31 horas.

El P. Vicente Bártolo (1932-2019), capellán de la Policía Federal, era párroco en la Parroquia Reina de los Apóstoles que nos pertenecía en Flores. Él nos consiguió unas tarjetas que nos permitían entrar a la Catedral para ver al Papa. Allí fuimos varios compañeros del seminario, entramos y apareció el Papa. Lo que dijo ese día no lo recuerdo, pero si me quedó grabada una foto en mis retinas: al lado del Papa caminaba un hombre alto, vestido de traje, con clergyman, y cuando el saco se abrió apareció una sobaquera con una pistola.

Ese tal señor era un tal Monseñor Paul Casimir Marcinkus, apodado “el gorila” un estadounidense, encargado de la seguridad del pontífice y que muchos años después estuvo involucrado en los desaguisados del famoso Banco Ambrosiano, cuyo presidente de apellido Calvi apareció colgado en un puente en Londres. Ese Paul Marcinkus[1] -ya fallecido- volvió a su país para evitar la justicia terrenal y termino sus días en una parroquia de Arizona.

Luego con mis compañeros de seminario y con otros de la Facultad de Teología estuvimos en la misa que el Papa junto a obispos y sacerdotes celebró en ese escenario improvisado en medio de la Avenida Libertador. Sus palabras fueron de llamamiento a la paz y a cesar la guerra. Recordemos que esos días antes el Papa había estado en Inglaterra y esta visita estuvo en consonancia con evitar males mayores de lo que era un final anunciado.

Días después –durante el conflicto- fui  a realizar un retiro a la casa de los jesuitas en el Salvador – Avenida Callao y Paraguay- con el P. Alberto Ibáñez Padilla s.j. En uno de los desayunos uno de los sacerdotes contaba que había venido a verlo para dialogar con él el entonces canciller Costa Méndez, uno de los que llevó adelante las negociaciones sobre el tema de la guerra.

La segunda vez que vino Juan Pablo II a la Argentina fue entre el 6 y 12 de abril de 1987, pero seguí sus instancias, discursos y oraciones por la radio, no me acerque a ninguno de los eventos multitudinarios que se realizaron en Buenos Aires.

 ESPIRITUALIDAD: monasterio y retiros

Siempre tuvo un aprecio especial por la vida monacal. En los años 80 fui por primera vez a un monasterio a realizar un retiro. Era la Abadía San Benito[i]  en la localidad de Luján. Volví varias veces a ese lugar, ya sea solo o con algunos compañeros catequistas, como Rafael Tesoro e Ignacio Capomassi. Son lugares y espacios para pensarse, reflexionar, orar y volver a ver la sintonía de la naturaleza asociada a la oración. Soy de aprovechar todo el tiempo junto a la comunidad que se levanta muy temprano a orar: a las 3 a.m. y así seguir todo el derrotero diario hasta la noche en que se termina con las Completas y la oración a la Virgen María.

Todos los años que puedo hago un retiro y busco que sean de trabajo individual; así he realizado retiros sobre el tema del perdón; luego los de estilo ignaciano, además de los que ya nombre con los benedictinos. Nunca me he quedado con una espiritualidad determinada, nunca estuve ligado a una organización eclesial estatutariamente establecida. He bebido de diversas fuentes y de cada una de ellas me he refrescado con aquellas aguas que sirven para calmar la sed de mi existencia.



La fuente inagotable es el Evangelio, es la Palabra de Dios, todas las demás se alimentan desde ahí. Espiritualidad como la marista, de los orionistas, consolata, lasallanos, pasionistas, jesuitas, benedictinos, salesianos, la renovación carismática, el movimiento de la Palabra y de la meditación mundial y otras fueron y son un pilar importante para crecer y estructurar la vida humano-cristiana.

Está la puerta abierta,
La vida está esperando
Con su eterno presente,
Con lluvia o bajo el sol.

 

MIS AHIJADOS

Dice el “Canon 872: En la medida de lo posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo”.

Con este párrafo quiero mencionar mi compromiso con mis ahijados a lo largo de mi existencia, quizás no pude estar presente –como lo habría querido- pero cuentan con mi oración de todos los días y mi afecto permanente por cada una y cada uno de ellos. El Buen Dios siempre acompañe sus vidas y de sus familias.

Mis ahijados de Bautismo son: Daniela Rita Dalbessio –compartí el padrinazgo con Marité Chabrando (hermano del P. Miguel Ángel, redentorista) en la Parroquia de la Consolata de San Francisco y fue bautizada por el P. Ramón Núñez I.M.C.

Carolina Franca del Valle Maritano compartí este ministerio con Viviana Maritano en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Las Varillas, bautizada por su legendario párroco el P. Lorenzo Mensa.

Sergio, un ahijado adoptado de la propuesta de las Obras Misionales Pontificias.

Francisco José Laurino compartido con mi esposa Cristina Rosas, bautizado por el padre Evelio José Ferraras o.p., dominico en la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Mataderos.

Francisco Diambri en la Parroquia San José de Quilmes oficiado por el P. Francisco Norberto Rumbo, la madrina fue Ana Clara Álvarez.

“El padrino de confirmación es alguien que tendrá que ayudar al ahijado confirmado a que su fe siga creciendo”

Ahijados de Confirmación: Sebastián Carrasco-en 1982 en el colegio La Salle de Flores  y Lucas Leone, exalumno del colegio Santa Cruz en la Parroquia del mismo nombre.

Nahuel Gutiérrez es ahijado de Bautismo y también de Confirmación. Con Cristina somos los padrinos de Bautismo y se llevó a cabo en la Parroquia Sagrada Familia y el sacerdote fue Jorge Fernández Paso en Cipoletti, Río Negro, y después me pidió que fuese su padrino de Confirmación, lo hice a distancia representado.

El deseo es que cada uno y cada una sean personas de bien; como una vez me dijo me papá “no importas lo que sea en la vida, lo importante es que hagas el bien” y como decía el Beato Allamano[ii] “al bien hay que hacerlo bien”.

Está la puerta abierta,
Juntemos nuestros sueños
Para vencer al miedo
Que nos empobreció.

Iremos de uno en uno,… (Canción Esta la puerta abierta, de Alberto Córtez).

 



[1] Recomiendo a quién tenga ganas y tiempo leer en Wikipedia algunos elementos oscuros de la historia de Paul Marcinkus ¡inquietantes! Para una serie de Neflitx.



[i] Recomiendo ir hasta el lugar, hay misas abiertas, generalmente los domingos y tienen una proveeduría con productos frescos que son un manjar. Esta fundación pertenece a los monjes que estaban en la Abadía de San Benito en Palermo. Atienden confesiones y  charlas.

[ii] Fundador de los Misioneros de la Consolata cuando era Rector del Santuario de la Virgen de la Consolata en Turín, Italia.