Parafraseando a Publio Terencio Africano diré que: Soy hombre y por lo tanto nada de lo humano y de todo ser viviente que viva en la tierra y en el universo me es indiferente y ajeno a mi vida.
Como dijo Anaxágoras: Todo tiene que ver con todo.








miércoles, 18 de agosto de 2021

GRAGEAS DE LA VIDA: BAUTISMOS, JUAN PABLO II, ESPIRITUALIDAD y AHIJADOS

Está la puerta abierta,

La vida está esperando
Con su eterno presente,
Con lluvia o bajo el sol.

BAUTISMO

Un solo Señor, una sola fe,

Un solo Bautismo,

Un solo Dios y Padre” –canción religiosa-

Uno de los temas siempre delicados en la vida familiar son los bautismos, en general tratándose de creyentes no por el sacramento en sí sino por los padrinos que cada uno de los padres quiere elegir, además  de las sugerencias, aportes y postulaciones de familiares o amigos.  En nuestro caso el tema del bautismo estaba acordado y la elección de los padrinos no fue  complicado.  Hay que tener en claro la finalidad el sacramento y lo que pueden y deben ofrecer los padrinos a sus ahijados. Los sacerdotes que los bautizaron también fueron elegidos por diversas razones que se relacionan con el momento en que cada uno de nuestros hijos fue bautizado.

Nuestro primer hijo Emmanuel, fue bautizado el día 17 de enero de 1987 por el  padre Alejandro Ferrari Freyre c.p, los padrinos son Fabián Miguel Dalbessio y Dora Ifrán “Tía Beba”, el sacramento fue celebrado en la parroquia María Auxiliadora de Bernal, conocida coloquialmente como Santa Coloma. En sus costas desembarcaron los ingleses en las famosas invasiones.

Nuestra hija María Belén, fue bautizada el 25 de enero de 1988 por el padre Adolfo Bertinelli,  los padrinos son Alejandro Rosas y María de los Ángeles Nagy, también en la parroquia María Auxiliadora.

Nuestro tercer hijo Juan Cruz Salvador, lo bautizó el padre Víctor J. Godino, el día 23 de diciembre de 1989 siendo sus padrinos Marcelo Nagy y Miriam Cazizza en la misma parroquia que los anteriores.

Está la puerta abierta,
Juntemos nuestros sueños
Para vencer al miedo
Que nos empobreció.

La vida es encontrarnos,
Para eso nacemos,
Porque el punto más alto
Es llegar al amor.

 


El tema de la elección de la parroquia fue muy simple, como eran bautismos individuales el Padre Roberto Zardini –un gran cura italiano- nos dejaba que se pudieran bautizar allí.

Habíamos comenzado a frecuentar esa parroquia porque Roberto era un cura de predicación muy cotidiana, el Tano era un hombre de serio compromiso. Durante un tiempo formamos un grupo de lectura, estudio y reflexión de la Palabra de Dios junto a otros matrimonios, fue un tiempo que nos reuníamos en diferentes casas, fue muy provechoso.

Siempre contaba el P. Roberto, que había sido amenazado de muerte y que el P. Obispo Jorge Novak fue a vivir un tiempo con él y le dijo esta frase: “Si te vienen a buscar tu obispo les va abrir la puerta y te va a defender”, demás está decir que nunca se concretó esa situación. Luego paso a ser Párroco de la Catedral y hace pocos años tuvo su Pascua.

Una de la mujeres que estaba en el grupo de Biblia muchos años después por los medios de comunicación nos enteramos que fue una de las atacantes y fallecidas en el intento de copar el Batallón de la Tablada. Berta era esposa y madre, siempre pienso que pasó por su cabeza para tomar tal decisión y quiénes fueron que la llevaron a ese límite de la violencia y la muerte.

Creo que en este caso uno de los responsables de alentar estas actitudes fue el ya fallecido Fray Antonio Puijané –no creo que él sabía de lo que iban a realizar-, pero sus actitudes siempre extremistas quizás no siempre fueron comprendidas y en algunos exacerbo con equivocados razonamientos el tomar las armas como un recurso extremo. El episodio de La Tablada fue realizado durante un gobierno democrático y ha merecido el repudio de aquellos que deseamos construir en paz un país que bastante sangre ha derramado sobre sus tierras.

Recuerdo que el Beato Angelelli le dijo una vez a Antonio “una cosa es morir mártir y otro de boludo” y les hizo levantar su protesta y salir de esa Parroquia allí en La Rioja. Cuando hace un tiempo vi el documental sobre la vida de Puijané vi que hizo un atisbo de pedir perdón, pero se quedó a mitad de camino.

 En los 60 y 70 muchos sacerdotes y religiosos alentaron a los jóvenes a la violencia, a cambiar de esa manera equívoca la sociedad. Fueron imprudentes y desconocedores de la psicología de los jóvenes, quiero creer esta postura y no que lo hayan hecho ex-profeso. Algunos han fallecido sin pedir perdón a la sociedad y a las familias por esa imprudencia dolorosa. Ellos siguieron viviendo en sus parroquias, cobijados por sus obispos y congregaciones mientras padres, abuelos y hermanos lloraron a sus muertos y la sociedad se desangró una vez en forma inútil.

Como los miembros de la Iglesia cómplice pidieron a regañadientes y tardíamente perdón, nos falta está parte de la iglesia que erróneamente asocio el Reino de Dios a la violencia que haga un mea culpa.

La parroquia María Auxiliadora de Bernal se encuentra ubicada en La Paz 158, y fue erigida como tal por monseñor Eduardo Pironio por un decreto del 31 de mayo de 1968. El cardenal Pironio había sido compañero de estudios y amigo de mi suegro Mariano Cruz Rosas. Justamente en estos días estoy leyendo una frases diarias de este gran obispo argentino que Pablo VI se lo llevó al Vaticano cuando su vida estaba amenazada.

Contaba mi suegro que estaban limpiando un candelabro gigante en el Seminario San José de La Plata y no se percató que estaba enchufado, al pasar la corriente no podía despegarse, entonces el estudiante Eduardo Pironio agarró un palo de escoba y cortó el fluido eléctrico entre el enchufe y él salvándole así la vida.

Y no hay amor de uno,
Sólo hay amor de todos,
Y por ese motivo
Estamos hoy aquí.

JUAN PABLO II 

“¡Juan Pablo, Segundo, te quiere todo el mundo!”, frase que resonaba en cada lugar que este Papa peregrino visitaba.

El Papa Juan Pablo II vino dos veces a la Argentina. La primera visita que se llevó a cabo en plena guerra de Malvinas tuvo dos epicentros: una oración en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y una misa al aire libre en el Monumento a los Españoles en Palermo. El tiempo total de su visita fueron de 31 horas.

El P. Vicente Bártolo (1932-2019), capellán de la Policía Federal, era párroco en la Parroquia Reina de los Apóstoles que nos pertenecía en Flores. Él nos consiguió unas tarjetas que nos permitían entrar a la Catedral para ver al Papa. Allí fuimos varios compañeros del seminario, entramos y apareció el Papa. Lo que dijo ese día no lo recuerdo, pero si me quedó grabada una foto en mis retinas: al lado del Papa caminaba un hombre alto, vestido de traje, con clergyman, y cuando el saco se abrió apareció una sobaquera con una pistola.

Ese tal señor era un tal Monseñor Paul Casimir Marcinkus, apodado “el gorila” un estadounidense, encargado de la seguridad del pontífice y que muchos años después estuvo involucrado en los desaguisados del famoso Banco Ambrosiano, cuyo presidente de apellido Calvi apareció colgado en un puente en Londres. Ese Paul Marcinkus[1] -ya fallecido- volvió a su país para evitar la justicia terrenal y termino sus días en una parroquia de Arizona.

Luego con mis compañeros de seminario y con otros de la Facultad de Teología estuvimos en la misa que el Papa junto a obispos y sacerdotes celebró en ese escenario improvisado en medio de la Avenida Libertador. Sus palabras fueron de llamamiento a la paz y a cesar la guerra. Recordemos que esos días antes el Papa había estado en Inglaterra y esta visita estuvo en consonancia con evitar males mayores de lo que era un final anunciado.

Días después –durante el conflicto- fui  a realizar un retiro a la casa de los jesuitas en el Salvador – Avenida Callao y Paraguay- con el P. Alberto Ibáñez Padilla s.j. En uno de los desayunos uno de los sacerdotes contaba que había venido a verlo para dialogar con él el entonces canciller Costa Méndez, uno de los que llevó adelante las negociaciones sobre el tema de la guerra.

La segunda vez que vino Juan Pablo II a la Argentina fue entre el 6 y 12 de abril de 1987, pero seguí sus instancias, discursos y oraciones por la radio, no me acerque a ninguno de los eventos multitudinarios que se realizaron en Buenos Aires.

 ESPIRITUALIDAD: monasterio y retiros

Siempre tuvo un aprecio especial por la vida monacal. En los años 80 fui por primera vez a un monasterio a realizar un retiro. Era la Abadía San Benito[i]  en la localidad de Luján. Volví varias veces a ese lugar, ya sea solo o con algunos compañeros catequistas, como Rafael Tesoro e Ignacio Capomassi. Son lugares y espacios para pensarse, reflexionar, orar y volver a ver la sintonía de la naturaleza asociada a la oración. Soy de aprovechar todo el tiempo junto a la comunidad que se levanta muy temprano a orar: a las 3 a.m. y así seguir todo el derrotero diario hasta la noche en que se termina con las Completas y la oración a la Virgen María.

Todos los años que puedo hago un retiro y busco que sean de trabajo individual; así he realizado retiros sobre el tema del perdón; luego los de estilo ignaciano, además de los que ya nombre con los benedictinos. Nunca me he quedado con una espiritualidad determinada, nunca estuve ligado a una organización eclesial estatutariamente establecida. He bebido de diversas fuentes y de cada una de ellas me he refrescado con aquellas aguas que sirven para calmar la sed de mi existencia.



La fuente inagotable es el Evangelio, es la Palabra de Dios, todas las demás se alimentan desde ahí. Espiritualidad como la marista, de los orionistas, consolata, lasallanos, pasionistas, jesuitas, benedictinos, salesianos, la renovación carismática, el movimiento de la Palabra y de la meditación mundial y otras fueron y son un pilar importante para crecer y estructurar la vida humano-cristiana.

Está la puerta abierta,
La vida está esperando
Con su eterno presente,
Con lluvia o bajo el sol.

 

MIS AHIJADOS

Dice el “Canon 872: En la medida de lo posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo”.

Con este párrafo quiero mencionar mi compromiso con mis ahijados a lo largo de mi existencia, quizás no pude estar presente –como lo habría querido- pero cuentan con mi oración de todos los días y mi afecto permanente por cada una y cada uno de ellos. El Buen Dios siempre acompañe sus vidas y de sus familias.

Mis ahijados de Bautismo son: Daniela Rita Dalbessio –compartí el padrinazgo con Marité Chabrando (hermano del P. Miguel Ángel, redentorista) en la Parroquia de la Consolata de San Francisco y fue bautizada por el P. Ramón Núñez I.M.C.

Carolina Franca del Valle Maritano compartí este ministerio con Viviana Maritano en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Las Varillas, bautizada por su legendario párroco el P. Lorenzo Mensa.

Sergio, un ahijado adoptado de la propuesta de las Obras Misionales Pontificias.

Francisco José Laurino compartido con mi esposa Cristina Rosas, bautizado por el padre Evelio José Ferraras o.p., dominico en la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Mataderos.

Francisco Diambri en la Parroquia San José de Quilmes oficiado por el P. Francisco Norberto Rumbo, la madrina fue Ana Clara Álvarez.

“El padrino de confirmación es alguien que tendrá que ayudar al ahijado confirmado a que su fe siga creciendo”

Ahijados de Confirmación: Sebastián Carrasco-en 1982 en el colegio La Salle de Flores  y Lucas Leone, exalumno del colegio Santa Cruz en la Parroquia del mismo nombre.

Nahuel Gutiérrez es ahijado de Bautismo y también de Confirmación. Con Cristina somos los padrinos de Bautismo y se llevó a cabo en la Parroquia Sagrada Familia y el sacerdote fue Jorge Fernández Paso en Cipoletti, Río Negro, y después me pidió que fuese su padrino de Confirmación, lo hice a distancia representado.

El deseo es que cada uno y cada una sean personas de bien; como una vez me dijo me papá “no importas lo que sea en la vida, lo importante es que hagas el bien” y como decía el Beato Allamano[ii] “al bien hay que hacerlo bien”.

Está la puerta abierta,
Juntemos nuestros sueños
Para vencer al miedo
Que nos empobreció.

Iremos de uno en uno,… (Canción Esta la puerta abierta, de Alberto Córtez).

 



[1] Recomiendo a quién tenga ganas y tiempo leer en Wikipedia algunos elementos oscuros de la historia de Paul Marcinkus ¡inquietantes! Para una serie de Neflitx.



[i] Recomiendo ir hasta el lugar, hay misas abiertas, generalmente los domingos y tienen una proveeduría con productos frescos que son un manjar. Esta fundación pertenece a los monjes que estaban en la Abadía de San Benito en Palermo. Atienden confesiones y  charlas.

[ii] Fundador de los Misioneros de la Consolata cuando era Rector del Santuario de la Virgen de la Consolata en Turín, Italia.