Parafraseando a Publio Terencio Africano diré que: Soy hombre y por lo tanto nada de lo humano y de todo ser viviente que viva en la tierra y en el universo me es indiferente y ajeno a mi vida.
Como dijo Anaxágoras: Todo tiene que ver con todo.








miércoles, 9 de octubre de 2013

MARIA ESTHER, SU ALEGRE y REVOLUCIONARIA PASCUA....


Hace unos dias, el 21 se setiembre tuvo su PASCUA, MARIA ESTHER, la compañera de camino de Miguel Ramondetti -quién fuera secretario de los Sacerdotes del Tercer Mundo-, hoy hacemos Memoria de su Vida, aunque por razones familiares no estar...é presente en la Eucaristía con amigos y amigas he querido enviar este mensaje ya que es una persona cercana y querida a mi corazón y espíritu:

La partícula cósmica que navega en mi sangre
es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mí tras un largo camino de milenios
Cuando, tal vez, fui arena para los pies del aire.

Y así voy por el mundo, sin edad ni destino.
Al amparo de un Cosmos que camina conmigo
Amo la luz, y el río, y el silencio y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui madera.

Tiempo de Hombre (Atahualpa Yupanqui)

Queridos amigos y amigas, se han reunido para hacer memoria de María Esther, una amiga de todos y todas.
Celebro su sonrisa llena de alegría y esa candidez de adulta pero que no dejaba de ser niña.
Agradezco que haya pasado por mi vida. Agradezco a Beba ser el puente entre nosotros.
Un testimonio de esos que uno anida en el corazón para siempre. Son la gente que siempre está junto a uno.
Vida que sembró en todos los lugares donde ha pasado. En lo grande y en lo pequeño. Semillas esparcidas en diferentes tierras, en diversos lugares.
Su vida, junto a la de Miguel, no pasaron ni serán indiferentes a aquellos que tuvimos la gracia –dicen los cristianos-, la suerte – como dice otra parte de la población- de haberlos conocidos y nutridos de sus gestos y sus palabras.
Seguramente como dijo mi esposa, Cris, ella se habrá juntado ya con Miguel para hacer líos y planteos en el lugar del espacio sideral dónde estén viviendo la vida de la Pascua.
Como escribí para celebrar la Pascua de Miguel: “Su gente de Villa Bosch, su trabajo en ATTAC, la imprenta, las charlas y los encuentros fueron llenando estos años de vida, luego de su regreso a nuestra tierra. Admiré el respeto, el afecto y la fidelidad de María Esther hacia Miguel, y viceversa, que me hace decir con el poeta: “en la calle codo a codo fueron muchos más que dos”.

Desde el lugar del cosmos donde ahora esté María Esther y Miguel nos siguen soplando su aliento constante a la lucha, a no descuidar, a no desesperar, a ir donde el Espíritu nos lleve, a estar abiertos al misterio, a recorrer el camino del ser humano.
Compañeros y militantes de la vida, de las luchas diarias, sencillas, pobres pero necesarias y ricas porque son las que alimentan la victoria final. Hasta siempre María Esther, un abrazo fraterno a Miguel de nuestra parte.
Con el mayor cariño un vela encendida, un pedazo de pan y un poco de vino nos unen, tu amigo Sergio.

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