Hace unos
días me conmovía la foto de un hombre, que resultó ser un alemán que
estaba
momificado y apegado a su radio en el velero que iba hacia la deriva al
compás de
las olas y vientos en la zona de Filipinas.
La
noticia decía: “El hallazgo de un marinero alemán momificado dentro de su
velero ha
causado estupor y ya ha empezado a generar elucubraciones sobre la
causa de
su muerte y el cómo ha podido encontrarse el cuerpo totalmente
momificado
dentro del barco. Este marinero alemán momificado se llamaba
Manfred
Fritz Bajorat y tendría en estos momentos 59 años. Fue encontrado hace
unos días
por unos pescadores filipinos frente a las costas de Barobo, una ciudad
en la
zona sur de Filipinas. La autopsia concluyó que el alemán Manfred Fritz
Bajorat,
que fue encontrado en un barco que navegaba a la deriva en el
Pacífico,
sufrió una crisis cardíaca, según anunció la policía el miércoles.”
Ligado
por la literatura a las historias de barcos y sus tripulantes traté de
profundizar
en algunos hechos de este hombre cuya vida quedó sesgada allí en
medio de
las grandes aguas que surcan nuestro planeta.
Pensé en Mar
Muerto de Jorge Amado, El viejo y el mar de Ernest Hemingway, El
Navegante
de Morris West y tantas otras historias de navegantes que lanzados a
surcar
las aguas muchos de ellos no volvieron nunca más a su destino. La canción
inmortalizada
por Maná, El muelle de San Blas, justamente nos habla de una
mujer que
espera día a día a su amor que zarpó de ese muelle y que todavía no
ha
regresado.
La foto
en primera instancia me hizo pensar: ¿cuál habrá sido su último
pensamiento?
¿Qué habrá sentido en esos momentos finales de su vida? ¿Qué
historias
habrán pasado en esos instantes que aferrado a la radio deseaba
comunicarse
con alguien que lo reconociera y lo viniera a salvar?
Luego
profundizando la historia de Manfred uno puede ver que hacía años que
navegaba.
Cuentan –las narraciones periodísticas- que no le gustaba el frío del
invierno
en Alemania y salía a navegar buscando climas cálidos. Durante años su
esposa
Claudia fue quién lo acompañó en sus travesías por los diversos mares.
Hace unos
años, nos dicen las crónicas, que estaban separados y que ella, había
fallecido
en el año 2010.
En el
momento de la muerte de su esposa, él escribió esto: "Treinta años que
hemos
estado juntos por el mismo camino. Entonces, el poder de los demonios
era más
fuerte que la voluntad de vivir. Te has ido. Que tu alma encuentre la paz.
Tu
Manfred".
· Quizás
Manfred –sin saberlo o sí- cumplió con aquella frase que Morris West
escribió “El
Navegante no tiene más alternativa que seguir navegando hasta
encontrar
el lugar donde poder recalar o hasta que el mar se lo devore, porque así
fue
dispuesto desde el comienzo de todas las cosas...”
S.D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario