Texto escrito hace cinco años, se van a cumplir 30 años del inicio
de las acciones bélicas.
Sigo opinando sobre la necesidad de saldar la deuda con
aquellos combatientes, que merecen no solamente el recuerdo
y el respeto, sino el acompañamiento de toda la sociedad
en sus justos reclamos. Esperando que se hagan realidad.
HAY MEMORIA, FALTA TODAVÍA VERDAD Y JUSTICIA.
A 25 años de la gesta de Malvinas,
no dejamos de recordar a
nuestros héroes que dieron
sus vidas en situaciones difíciles,
a aquellos soldados, suboficiales y oficiales
que dejaron todo de sí,
por lo que conocemos por Patria.
Hoy escuchaba la historia de algunos de ellos,
y los que peinamos algunas canas sabemos
que la vida y la muerte cuelgan de un hilo.
Un momento de la historia de mucho dolor para tantas familias argentinas,
a las cuales hubo que contener durante ese tiempo y seguir luego ese
acompañamiento.
1982, año de confusión, de gestos solidarios realizados por un pueblo
generoso, y también la contracara de gente que usó la guerra, el dolor,
la bondad y la generosidad, para sus negocios y satisfacción de sus egoísmos.
Hoy, Luis (ex-combatiente) recordaba a Hilda, una mujer,
en ese momento, de 50 años. Ella le había tejido
un pasamontañas que fue su protector y compañía,
en esos lugares remotos y fríos de nuestras tierras malvinenses.
Guillermo encontró una nueva familia en una carta escrita por Eugenia.
En dicha carta, Guillermo agradeció el gesto de cariño de alguien
que pensaba en él.
Esta fecha es de recogimiento y, además, encendemos una vela
para recordar a los muertos,
sin olvidar en nuestras charlas, en nuestros encuentros,
en nuestras clases, en nuestros discursos
a los vivos y a esa gesta sin par.
Sabemos que una parte de la sociedad y el Estado
tienen una asignatura pendiente con los familiares
de los que quedaron allí en tierras argentinas usurpadas,
con los que volvieron.
El homenaje es no al olvido, el sí, a generar políticas públicas
-en especial de salud- para la atención e inclusión de los que combatieron,
así como trabajo y educación.
En estos días, se pueden recomendar muchos artículos periodísticos,
como los publicados en Perfil, Página/12, La Nación, Clarín, la revista de cultura Ñ;
film como "Iluminados por el fuego" y el propio libro que dio origen a la película.
Pero ante la catarata de palabras e imágenes, incluso la mayoría con buenas intenciones,
conviene tener siempre presente que los héroes entran por la puerta grande.
Ellos entraron por esa puerta y por eso no lo olvidaremos jamás.
Sergio L. R. Dalbessio
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