El tema educativo nuevamente en el centro de la escena nacional. Administrar y gestionar significa tomar las previsiones necesarias y adelantarse a los conflictos. Los gobernantes del Estado argentino, desde hace décadas, no lo hacen. El sistema educativo en Argentina es un enfermo crónico. Las soluciones llegan siempre tarde. Gobierno y sindicatos pugnan cada uno por sus intereses.
Si tuviera que titular un diario pondría “La educación va en tren…próxima estación Cromañon”. La educación cuando no cumple su rol también va dejando víctimas: niños y jóvenes sin futuro, sin proyectos, sin sueños, a merced de la droga, de la violencia, de ser mano de obra desocupada al servicio de los que lucran con las necesidades ajenas y sin posibilidades concretas de insertarse en el mundo laboral.
El debate educativo “en serio” está ausente en Argentina desde hace muchos años. Cada tanto se hace un maquillaje cambiando de nombres a los ciclos o a las materias. Modificaciones de formas, pero no de fondo. La educación debe ser hoy un tema prioritario en lo que atañe a las políticas de Estado.
La descalificación a los docentes viene desde hace años. Los hechos de violencia que sufren muchos trabajadores de la educación por parte de sus alumnos y de sus progenitores es el testimonio directo de una sociedad que no tiene interés en el tema educativo. Las palabras recientemente pronunciadas por la Presidente en el Congreso Nacional, tratando a los maestros y profesores de vagos (y vagas) no hace más que desmerecer una profesión que es necesaria y básica para formar a los integrantes de un país que quiere ser República.
Necesitamos con suma urgencia elevar el nivel educativo de nuestra población. Exigir una calidad educativa de excelencia es un derecho humano básico y elemental. La responsabilidad de los padres es enviar sus hijos al colegio, hacer un seguimiento de sus estudios y poner los límites necesarios para que ese hijo o hija puedan crecer como personas. Los docentes debemos solicitar sueldos dignos y condiciones de trabajos loables, pero también exigir a los alumnos, sin miedo, aquellos trayectos curriculares que le serán útiles en la vida y en los estudios que deseen seguir.
Hoy muchos docentes se encuentran en huelga. Perdemos todos como sociedad. El camino es otro, no querer encontrarlo es sólo para los necios. ¿Seremos una sociedad necia?
Lic. Sergio L. R. Dalbessio
sdalbessio@yahoo.com.ar
NOTA:
República Cromañón —también conocida como República Cromagnón o simplemente como Cromañón— fue una discoteca ubicada en la zona de Once en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, trágicamente conocida a raíz de un incendio que comenzó la noche del 30 de diciembre de 2004, durante un recital de la banda de rock Callejeros. Este incendio provocó una de las mayores tragedias no naturales en Argentina,[1] causando la muerte de 194 personas y al menos 1432 heridos.[2]
El incendio causó, además, importantes cambios políticos y culturales. En relación a lo político, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires inició un juicio político para destituir al entonces Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, por considerarlo responsable político de la tragedia. Este enjuiciamiento terminó con su destitución, siendo reemplazado por el Vicejefe de Gobierno Jorge Telerman. En cuanto a lo cultural, la tragedia concientizó a la sociedad sobre el estado de las discotecas y locales destinados a espectáculos musicales. El gobierno revisó el estado de las discotecas y locales bailables, resultando en la clausura de una gran cantidad de ellos.(fuente: Enciclopedia Wikipedia).
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