Conmemoración del Día Internacional de lucha contra la droga…
Buenos Aires, 24 de junio de 2010
(… ) Hoy se escucha que el Paco llegó a la clase media y alta pero sin
embargo no es tan así. Otras clases podrán consumir paco, podrán venir a la villa para
hacerlo, podrá tratarse de la misma sustancia comprada en el mismo lugar. Pero el paco
será entonces simplemente una droga. En nuestros barrios es mucho más… Cuando el
hospital no está preparado para recibir a los chicos, cuando las posibilidades de
internación están todas demasiado lejos, cuando no se tienen los documentos y no se
puede hacer casi ningún trámite, cuando en la escuela ya no hay lugar para ellos, cuando
el mundo de trabajo les resulta esquivo, cuando la justicia es solo el organismo que los
inculpa por las consecuencias del consumo, cuando el único sitio que los recibe es la
calle, cuando no hay esperanzas, entonces estamos frente al paco más terrible. No
importa tanto si el paco es lo que queda de la cocaína o si no se sabe bien que es, lo más
terrible es que hace explotar la marginalidad. El paco es un rostro nuevo de la exclusión, más sangriento. Entender esto es el
principio de la solución. Porque si no lo captamos seguiremos pensando que con las
respuestas que tenemos alcanza. No basta con los dispositivos existentes. Nadie que
entienda el problema del paco en estos barrios podrá pensar que un tratamiento de
recuperación puede solucionar el problema. Cuando los chicos y chicas de nuestros
barrios regresan de un tratamiento se vuelven a encontrar inmersos en un mundo donde
se puede consumir de día y de noche, no encuentran lugar donde no se huela o no se
sienta la droga, los amigos de toda la vida siguen viviendo al lado, siguen parando en el
mismo pasillo y viviendo del mismo modo, no encuentran trabajo, se encierran o
deambulan, y el final va apareciendo con la fuerza de una fatalidad, sin una propuesta
de vida la muerte aparece como ineludible… Para que se recuperen estos chicos hay que
cambiar también el mundo a su alrededor.
Hablamos del paco y centramos nuestra atención en los Organismos que se
ocupan de la drogodependencia. Pensamos en la Sedronar, en la Coordinación de
adicciones del Gobierno de la Ciudad, en las decenas de Comunidades Terapéuticas
conveniadas, en el Cenareso y en el Payda… Evidentemente, son los primeros que
deben entender que estamos frente algo nuevo y que es necesario adaptarse; pero nadie
con experiencia puede pensar que allí podrá encontrarse la respuesta. La exclusión se
enfrenta haciendo lugar en la sociedad. Sin lugar en el mundo no hay recuperación
posible.
(…) más necesario que obligar al adicto a hacer tratamiento es
obligar al Estado a hacerse cargo. La despenalización, las leyes, los fallos, los
programas de educación y prevención, todo parece construido desde la clase
acomodada. Pero para legislar, juzgar y obrar desde los pobres es necesario escucharlos,
ya que desde su experiencia de la vida, que no es la que nosotros tenemos, perciben
cosas que nosotros no percibimos.
Equipo de Sacerdotes
para las Villas de emergencia
(Arzobispado de Buenos Aires)
documento completo solicitar a sifones@hotmail.com (mencionar nombre, apellido y curso).
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